El 18 y 19 de junio el gobierno aprista al mando de Alan García y bajo órdenes de Agustín Mantilla ejecutó a 254 internos del penal El Frontón, Lurigancho y Santa Bárbara, luego de que estos efectuaran un motín. Los internos habían retrocedido, pero pese a ello el ataque fue brutal. 254 ejecuciones extrajudiciales, ello mientras Alan intervenía en la Conferencia Mundial de la "Internacional Socialista" que se realizaba en el país. Los cadáveres de los prisioneros fueron regados en cementerios desde Cañete hasta Barranca, en el caso de El Frontón, los pocos cuerpos o pedazos de ellos que aparecieron fueron dejados en los cementerios de San Bartolo y Pachacámac, por los desaparecidos nadie respondió.
El caso fue cerrado por el fuero militar, negado por el Congreso, reabierto por la CIDH, reducido por la fiscalía al exculpar a García, Mantilla y otros, el Tribunal Constitucional dijo hace poco que la matanza no representa delito de lesa humanidad, que "no existen pruebas de ataque generalizado o sistemático y que mucho menos haya planificado y ejecutado por el Estado" y que los hechos deben prescribir al término del proceso penal. Todo a fin de beneficiar a García y su comando aprista y librarlos de responsabilidad.
Angela Ramos en sus últimos años de vida, les hizo un poema: "noche, noche de la noche negra, suave lila, luz del alba"
K.